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El cáncer de mama una etapa de transición - Soul Reconnect

El cáncer de mama. Una etapa de transición

¿Cuántas veces afrontamos experiencias que nos llevan a replantearnos nuestra vida? No es que las busquemos, porque suelen ser duras. Y aún así, una vez que forman parte de nosotros, puede ser útil plantearnos qué aprendizajes extraemos de ellas, a qué nos confrontan y cómo nos ayudan.

Nuestras experiencias nos definen

El profesor George Kohlrieser es una eminencia. Su trabajo en torno al liderazgo, negociación, duelo y pérdida son reconocidas mundialmente. Comenzó su andadura como negociador en casos de secuestro, siendo en ocasiones uno de los secuestrados.

Esa experiencia le permitió profundizar en la importancia, por un lado, de construir vínculos con la otra persona para poder establecer un buen diálogo que permita avanzar.

Por otro lado, le llevó a analizar cómo el duelo y la pérdida son elementos muchas veces ignorados por cada uno de nosotros, que dejan una huella profunda y pueden marcarnos en nuestro día a día como personas y como líderes.

Si hoy traemos al profesor Kohlrieser a este post es por la mirada que ofrece hacia las situaciones difíciles, una mirada enormemente inspiradora para todo el equipo de Soul Reconnect.

Entre sus conceptos fundamentales se encuentra el de elegir, al que hacemos referencia en un post anterior en que abordamos el concepto del paciente líder.

Otro de sus valiosísimos enfoques es el de la gestión del duelo y de la pena, en sí mismo tan completo que se merece un post completo en un futuro.

El proceso de transición y sus etapas

Hoy nos centraremos en una tercera aportación que nos parece de suma importancia, y es la referente a la transición tanto profesional como personal. Una transición es un momento en que tu vida cambia de dirección.

Puede estar provocada, entre otros motivos, por una decisión tomada de forma voluntaria, por cambios en nuestro entorno ajenos a nosotros, por una pérdida o, como no, por la aparición en nuestras vidas de una enfermedad como el cáncer de mama.

Una transición es un momento en que tu vida cambia de dirección.

Frente a este nuevo escenario que se extiende ante nosotros en el momento que nos dan una noticia como la de un diagnóstico de cáncer, podemos elegir cómo queremos posicionarnos ante ella. Ser conscientes de esa posibilidad ya transforma la vivencia en sí.

Es evidente que con el diagnóstico vendrán aparejados muchos sentimientos que pueden resultar abrumadores: tristeza, rabia, negación, frustración, miedo… Depende de nosotros, esa es nuestra capacidad de elección ser capaces de darles el espacio que creemos se merecen en lugar de perdernos en ellos.

Por medio del trabajo personal, podemos recuperar nuestro centro frente a estas emociones, en lugar de, como diría Kohlrieser convertirnos en sus rehenes. El coaching puede resultar de suma ayuda en nuestro camino para lograrlo.

Por medio del trabajo personal, podemos recuperar nuestro centro en lugar de convertirnos en rehenes de nuestras emociones.

Profundizando en las tres etapas que Kohlrieser identifica en un proceso de transición, nos encontramos con:

  • Decir adiós a lo de antes: el cambio trae consigo un futuro diferente que implica soltar nuestra realidad hasta ese momento y vivir lo nuevo.
  • Confusión: nos sentimos perdidos, no sabemos qué hacer, hacia dónde ir, qué queremos. No sabemos a dónde agarrarnos y todo nos da vértigo. En realidad es una zona neutral creativa, entre el pasado y el futuro.
  • Futuro ilusionante: encontramos esa chispa en el futuro que nos hace recuperar la ilusión. La percepción de la situación que estamos viviendo se transforma. Pasa de ser algo crítico, un problema que nos ahogaba, a convertirse en una experiencia que trae consigo nuevas oportunidades.

El cáncer de mama. Una etapa de transición

Si bien los límites de estas tres etapas no siempre están claramente definidos en la vida real y se solapan, seguro que estas tres etapas te resultan familiares. Vamos a desgranarlas poco a poco.

Decir adiós a lo de antes

Ante un diagnóstico de cáncer de mama, nuestra vista se va hacia aquello que se nos viene encima. Es cuando surge el miedo, la ansiedad. En realidad, también hay una parte de pérdida por dejar atrás aquello que hemos sido o tenido hasta entonces. Pocas veces nos permitimos explorar esa pérdida y, de alguna manera, reconocerla y honrarla, realizando incluso alguna acción que nos permita despedirnos de ella y cerrarla.

Confusión

Es el momento del tránsito por el tratamiento, por el proceso del cáncer. Las emociones son intensas, los miedos, el enfado. El día a día con sus múltiples tareas nos ocupa y no nos queda tiempo para pensar en nada más. Nos sostenemos con el impulso de saber que cada día avanzamos y que este ritmo no durará eternamente. Podemos pensar que, en contra de la definición de Kohlrieser, no queda espacio para la creación ni creatividad. Aunque en realidad nuestro subconsciente está activo y funciona, preparándose para lo que vendrá.

Futuro ilusionante

Un nuevo comienzo. Una vez que hemos dicho adiós a lo de antes y hemos atravesado el árido terreno del miedo y la confusión, llega el momento de comenzar a mirar hacia adelante y conectar con las nuevas posibilidades que nos ofrece la vida. ¿Qué vamos a hacer a partir de ahora? ¿Con quién queremos compartir esos momentos? ¿Qué partes de nuestra mochila emocional decidimos vaciar, para viajar por la vida más ligeras? ¿Nuevos hobbies, nuevas ilusiones, nuevos sueños, nueva mirada hacia el mundo de ahí fuera?

Como ves, nuestra vida está llena de momentos de transición y también de pérdida. Nuestra aproximación a ella marcará la forma en que encajamos esas situaciones y seguimos adelante. Podemos quedarnos anclados en el pasado, podemos seguir avanzando sin cerrar la etapa, cargando con una mochila cada vez más pesada. Podemos también optar por cerrar, dejar ir el pasado y soltar, para dirigir nuestras energías hacia ese momento ilusionante que está por construir ¿Con cual te quedas tú?

Las ideas expresadas en este blog son de su autora, coach profesional y en su día paciente de cáncer de mama.  Se basan en su experiencia y su formación. Sus opiniones en ningún momento pretenden reemplazar el diagnóstico y tratamiento propuesto por el equipo médico. 

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