Un diagnóstico de cáncer puede generar una gran disrupción en todo el equipo. Por un lado, surgen emociones que a menudo quedan sin resolver, ya que se tiende a priorizar a la persona afectada y se minimiza la parte que afecta a los compañeros. Por otro lado, es crucial atender aspectos prácticos de forma clara y directa, sin miedo ni tabús, como la redistribución de responsabilidades laborales.

En nuestro enfoque, creamos un espacio seguro para que los miembros del equipo expresen sus emociones y exploren nuevas formas de seguir adelante juntos. Esto contribuye a construir un entorno donde tanto la persona afectada como el resto del equipo se sientan escuchados y comprendidos.

Si te encuentras ante esta situación, contáctanos. Juntos diseñaremos un plan de acción adaptado a tus necesidades específicas.