Soul Reconnect – Coaching para personas con cáncer

Los primeros síntomas de cáncer de mama

¿Cómo empiezan los síntomas de cáncer de mama?

Si hablas con diez personas afectadas, seguramente te contarán diez historias diferentes respecto a sus primeros síntomas de cáncer de mama.

Y no es que el cáncer de mama no dé síntomas. Lo que ocurre es que normalmente no te sientes enferma. Lo que te hace sentir mal es el tratamiento para curarte. De ahí a veces lo difícil de aceptar la quimioterapia. Porque resulta poco natural o contra corriente. Estamos acostumbradas a que la enfermedad nos haga sentir mal y la medicina nos haga sentir mejor.

Dicho esto, el síntoma más habitual es notarse un bulto en el pecho al realizar una exploración mamaria. Y hablando de explorar, hay muchas formas de palpar el pecho. Podemos abordarlo como un juego con nuestra pareja, podemos dejárselo al profesional o podemos seguir tutoriales e indicaciones que nos muestran el proceso y los pasos. Lo importante es atrevernos a conocer nuestras mamas igual que conocemos el resto de nuestro cuerpo, y dedicarles un tiempo.

Los primeros síntomas de cáncer de mama

Los tumores de mama suelen ser bultos duros e inmóviles. No bailan en la piel de un lado para otro como si flotaran en una zona blanda. Puede ser que, al apretarlo, haya dolor aunque no tiene por qué ser así.

En función de dónde se encuentre el tumor, puede que aparezcan pinchazos en el pezón, que haya retracción en el pezón o que éste supure algo de pus. También puede ser que la piel esté roja, caliente. Por otra parte, en algunos casos las personas sienten dolor en la zona o al mover el brazo. También pueden encontrarse bultos dolorosos en la axila, que podrían ser ganglios inflamados.

Otro síntoma posible es que la mama cambie de tamaño. O de forma. A veces lo que cambia es la textura de la piel. Todas estas alteraciones podrían ser un indicio de que hay un tumor. Así que, si este es tu caso, si notas que tus mamas se están transformando, o si te duelen, o si percibes un bulto, vale la pena mirarlo.

La mama fibroquística

Se da a menudo, sobre todo en mujeres jóvenes, la mama fibroquística. Es una mama compuesta de un tejido grumoso y algo duro. En este tipo de seno se pueden percibir al tacto bultos, pequeños granos y quistes que no suponen ningún riesgo. Una mama fibroquística no tiene por qué desembocar en un tumor.

Hoy en día, se entiende que las mamas van transformándose a lo largo de nuestra vida, adquiriendo diferentes texturas en función de la edad, del momento del ciclo menstrual… Así que es importante no obsesionarnos por el hecho de percibir algunos quistes en el tejido mamario.

Y puede que no aparezca ninguno de estos síntomas. Puede que te encuentres estupendamente, animada, feliz de la vida, construyendo planes de futuro, disfrutando de un momento dulce y de repente, el cáncer te sorprenda y lo descubras a partir de una mamografía.

Síntomas de cáncer de mama desde un punto de vista emocional

Lo cierto es que no se han descrito cambios emocionales previos a un diagnóstico de cáncer de mama. Los nuevos sentimientos afloran después, y engloban toda la paleta que cubre desde la negación hasta la ansiedad y la depresión, pasando por la conexión con un sentimiento de reto que puede despertar una necesidad de logro y de lucha. En cualquier caso, este rango de emociones sería posterior.

Por tanto, si estás en casa, preguntándote si ese nuevo bulto que te acabas de notar en la mama podría ser un cáncer, no dudes en ir a ver a tu médico cuanto antes.

Después de detectar los primeros síntomas

El médico al que te dirijas puede ser tu médico de familia. No hace falta intentar pedir cita urgente con un oncólogo. Porque si se confirma el diagnóstico, en seguida te derivarán. Y si no, será un paso menos y una situación de estrés que te ahorras.

Seguramente, tu médico de familia te realizará una exploración por medio del tacto. A continuación vendrán las pruebas de imagen, como son la mamografía y la ecografía. Y después, si continúan los indicios de que el bultito podría ser un tumor, se realiza una biopsia.

Todos estos pasos pueden no llegar a darse nunca. Y si se dan, recuerda que eres tú por encima de todo quien decide cómo quieres estar presente en esta situación que te pone delante la vida.

Por eso, volviendo al síntoma, si te preocupa poder tener un cáncer de mama, comparte tu inquietud, explórate y acude a tu médico de familia para una exploración.

El miedo al diagnóstico del cáncer de mama

A veces el miedo al cáncer de mama surge a partir de una conversación con una amiga, de un diagnóstico cercano, de una muerte, de una película… De cualquier cosa que hace que nuestra atención se dirija a este tema hasta entonces ignorado.

Nuestra invitación es atreverte a hacer lo que necesites en ese caso para superar la situación, sin preocuparte por lo que otros puedan pensar o decir. Mejor pecar por exagerada que dejar pasar un síntoma por las dudas y el miedo al qué dirán.

 

Las ideas expresadas en este blog son de su autora, coach profesional y en su día paciente de cáncer de mama. Se basan en su experiencia y su formación. Sus opiniones en ningún momento pretenden reemplazar el diagnóstico y tratamiento propuesto por el equipo médico.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *