Uno de los temas que a menudo nos preocupan cuando comienza a alejarse en el tiempo el día del diagnóstico, y se acerca el día de la vuelta a la vida “normal”, gira en torno a cuándo empezar a trabajar después de un cáncer de mama.
En el momento del diagnóstico, claro está, la vuelta a lo que en ese momento consideramos como “normalidad” queda muy lejos. Por suerte, los días van pasando y acaba llegando a menudo una carta que nos invita a comenzar de nuevo con nuestras actividades, dando por cerrada la baja laboral.
No centraremos en este post en los aspectos legales vinculados a este momento porque hay expertos que lo harían mucho mejor. Es importante que nos paremos en otros temas también fundamentales.
El momento de volver a trabajar después de un cáncer de mama
El primero, muy importante, es el de las emociones y el impacto psicológico de este paso. Plantearnos la vuelta puede ser muy ilusionante para algunas personas, y en cambio puede provocar una enorme ansiedad para otras. Sea cual sea ese sentimiento que genera la vuelta al trabajo, el aspecto clave a tener en cuenta eres TÚ.
Sea cual sea ese sentimiento que genera la vuelta al trabajo, el aspecto clave a tener en cuenta eres TÚ
¿Qué quieres hacer? ¿Te sientes preparada para volver? ¿Qué tipo de trabajo te gustaría ejercer? ¿Cuáles son tus nuevos términos para la reincorporación? Son muchas las preguntas que surgen en torno a la vuelta.
¿Cómo saber si estás preparada para volver a trabajar?
Imagina cómo sería un día de trabajo para ti. Levantarte a una hora, encontrarte con gente, charlar, hacer un esfuerzo físico o psicológico, estar disponible… Puede resultar apetecible o tal vez se te cierra la boca del estómago solo con pensarlo.
El cuerpo te da indicios claros, escúchalo.
Cuando indagues, intenta averiguar la reacción que genera cada uno de los pensamientos. A lo mejor te apetece volver a ver a tus compañeros, pero no te apetece nada que te pregunten por tu salud. O tal vez quieres estar ocupada de nuevo, pero aún notas los efectos de la quimioterapia y se te olvidan cosas que antes recordabas con facilidad debido a la toxicidad del tratamiento.
Cada uno de estos descubrimientos te abre la puerta para encontrar nuevas acciones que emprender y poner en marcha para tu vuelta. Porque comenzar a trabajar de nuevo tras una enfermedad como el cáncer de mama no tiene por qué consistir en reincorporarse a lo de antes tal cual era entonces, sino en readaptarlo y rediseñarlo a lo que necesitas ahora.
¿Y cuáles son tus condiciones para volver?
Tanto si estamos preparadas para volver a trabajar como si no, a veces sabemos que, por los motivos que sean, tenemos que hacerlo. Es el momento entonces de revisar tus necesidades ante la vuelta a la vida activa.
Dedica un tiempo a pensar qué elementos harían tu comienzo mucho más fácil tras el cáncer de mama. Los hay de todo tipo. Algunas de nosotras podemos desear una vuelta a un trabajo de media jornada, o trabajar desde casa.
Otras podemos establecer necesidades de tipo relacional, como por ejemplo no estar de cara al público, o asegurarnos de que nuestros compañeros no hagan preguntas incómodas.
Revisar tus necesidades, o dibujar el clima perfecto de la vuelta, te ayudará a ver qué detalles te gustaría cambiar. Una vez analizados, la siguiente pregunta es clara:
¿Qué vas a hacer para transformar tu entorno ante la vuelta al trabajo?
A menudo, pequeñas acciones marcan grandes diferencias. Si hay un mensaje que encontrarás en Soul Reconnect es el de atrevernos a hacer las cosas. En eso consiste el empoderamiento: en recuperar nuestra fuerza o en reconectar con nosotras mismas para atrevernos a hacer aquello que nos merecemos.
Se trata de mirarnos con los mismos ojos que miramos a las personas a las que queremos, y hacer por nosotras mismas aquello que haríamos, sin dudarlo, por los demás.
¿Qué harías por tu familia? ¿Qué moverías por tus amigos y amigas cercanas? Seguro que te expondrías a casi cualquier cosa. Pues exactamente igual, es momento de llevar a cabo acciones que te beneficien a ti. Y eso no es egoísmo. Reivindicarnos y recuperar nuestra propia voz es devolvernos el respecto que merecemos.
Así que, piensa, siente… ¿qué te gustaría transformar en torno a ti? Una vez que lo sepas, lánzate, atrévete a pedirlo. Verás que solo con imaginarlo, pones en marcha el engranaje que hace que la magia suceda. Te mereces que haya magia en tu vida, ¿no crees?
¿Qué te gustaría transformar en torno a ti? Una vez que lo sepas, lánzate, atrévete a pedirlo.
¿Una nueva carrera profesional? El cáncer puede incluso abrir una nueva vía de actuación, nuevos deseos, que pueden basarse en dedicar tu tiempo de otra manera, a otras actividades o con objetivos diferentes. De nuevo, escúchate, que nunca está de más.
¿Se puede volver a la vida normal tras el cáncer?
Una reflexión última, antes de cerrar. No volvemos a la vida normal, ni a la vida de antes. Y esto es así, tanto si has tenido cáncer como si no lo has tenido.
Cada instante es diferente, único. No somos los mismos hoy que mañana. En todo hay un antes y un después. A veces pasa desapercibido, es casi imperceptible. Pero está.
Para un niño la vida no es igual al principio y al final de un curso. Para un adulto, hay eventos clave que nos marcan, como una boda, o un cáncer. Hay otros que pueden dejar también una huella importante, como un libro o una conversación.
Por eso, dejar atrás la idea de volver a lo de antes es el primer paso para reincorporarnos a la vida de la que, de alguna manera, nos bajamos en su día porque la situación nos obligó a subirnos a un tren diferente.
No volvemos a la vida normal, ni a la vida de antes. Y esto es así, tanto si has tenido cáncer como si no lo has tenido.
El tren de antes ya no pasará. Pasará otro, que puede ir en la misma dirección, con el mismo destino, transportando a las mismas personas y de duración similar. Eso sí, habrá diferencias no solo en ti, que vienes de otro tren. En los demás también. Por eso nada es como antes.
Por tanto, ¿qué quieres construir?, ¿cómo quieres que sea el nuevo tren? En tu mano está convertir la vuelta en la oportunidad de dejar atrás lo que no te gusta y decorar tu nuevo tren como quieras que sea hoy. El cambio no es bueno ni malo, es cambio. ¿Cómo quieres aprovecharlo?
Las ideas expresadas en este blog son de su autora, coach profesional y en su día paciente de cáncer de mama. Sus opiniones en ningún momento pretenden reemplazar la opinión y diagnóstico de un profesional de la medicina.