Soul Reconnect – Coaching para personas con cáncer

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Consejos para un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional durante y tras el tratamiento del cáncer

La primera parte del título de este post hace referencia a un reto para cualquier persona. ¿A cuántos conocemos que quieren lograr un mejor equilibrio entre la vida personal y profesional?

El tema está a la orden del día, porque la forma en que trabajamos en las empresas se difumina cada vez más, integrando ambos mundos, el profesional y el personal. De esta forma, para algunos resulta fácil de llevar y práctica, y para otros supone un notable descenso en su calidad de vida, porque no establece claramente los límites entre una faceta y otra.

Estamos en un momento en que se habla de reducir la jornada laboral a 4 días, o a 35 horas, depende, para poder disfrutar de más tiempo libre. Las empresas además observan que las personas que lo hacen, son más eficientes. Por tanto reducen las horas dedicadas a su actividad profesional sin que descienda su rendimiento final. 

En este contexto tan líquido, en que todo se diluye, ¿cómo puede una persona con cáncer establecer límites para lograr el equilibrio buscado?

Cuando existe un diagnóstico de cáncer, además de la montaña rusa de emociones a las que nos veremos expuestos, veremos cómo nuestra agenda se llena de citas. Las visitas al hospital serán habituales, en un primer momento para afinar el diagnóstico y su tratamiento, y más adelante para comenzar con el proceso y monitorizar los avances e impacto que las diferentes sustancias y acciones para recuperarnos están teniendo. 

En esas visitas habrá chequeos, conversaciones acerca de los efectos secundarios, abordaje de preguntas que cada uno ha ido elaborando en su mente, planteamiento de los siguientes pasos a seguir… Cada visita puede abrir nuevas incógnitas y crear nuevas acciones no previstas a incluir en nuestra agenda, ya de por sí saturada. Porque no olvidemos que la energía física en estos casos no suele acompañar, y a medida que pasan las semanas, el cuerpo se desgasta. 

Por otra parte, las citas con médicos y el seguimiento continúan mucho después de la reincorporación al trabajo, una vez superada la fase aguda del tratamiento, normalmente cirujía, quimioterapia y radioterapia. Evidentemente, cada caso es un mundo y no podemos generalizar.

Equilibrando vida personal y profesional ante un tratamiento del cáncer 

¿Qué podemos hacer entonces para lograr ese equilibrio entre la vida profesional y personal? 

A continuación compartimos algunas ideas que te pueden ayudar a hacer esta transición más llevadera. Recuerda que tú eres quien mejor sabe qué te va mejor, qué opciones resuenan contigo. No hagas nada sólo porque lo lees. Intégralo, hazlo tuyo y a partir de ahí, da los pasos que te hagan sentir mejor. 

Visualiza tu nueva realidad

Antes de volver al trabajo, imagínate cómo quieres que sea ese equilibrio que buscas. ¿Qué estás dispuesto a soltar? ¿Qué es negociable? ¿Qué no lo es? 

Habla abiertamente de las citas médicas

Resulta más fácil entender las ausencias y acomodar los horarios cuando el resto del equipo está al corriente de tus necesidades. 

Pide ayuda

Nadie espera que puedas con todo nada más llegar de vuelta a tu trabajo, ni tampoco en casa. Tómatelo con calma y pide ayuda a tu entorno. A menudo somos nosotros quienes más nos exigimos. 

Reserva en tu agenda tiempo para ti

Tanto cuando estés en el trabajo como en casa, busca espacios para recargar pilas, donde puedas estar en silencio, respirar y recuperarte. Eso te permitirá estar presente y que puedas dar lo mejor de ti en cualquier situación. Esta es una de las claves que te ayudará a mejorar el equilibrio vida personal y profesional con un tratamiento de cáncer.

Organiza tus prioridades

¿Qué es lo que quieres sacar adelante cada día? Incluye tanto actividades profesionales como personales, y asegúrate de que hay un equilibrio entre las que te desgastan y las que te recargan.

Mantén conversaciones sinceras

La gente a tu alrededor querrá saber cómo te encuentras y muchas veces no sabrán cómo aproximarse a ti. Si hablas y compartes tu estado emocional, los demás podrán hacerlo también, creándose así un vínculo entre vosotros que hará posible todo lo demás. 

Encuentra nuevos hobbies

Deja espacio para los que ya tenías. Mantenerlos te permitirá reconectar y seguir recuperándote física y emocionalmente. Entre estos nuevos hobbies, tal vez surge alguno que puedas realizar con compañeros.

Escucha

Desde fuera puede ser más fácil que desde dentro ver lo que puedes estar necesitando. Tus seres queridos y tus compañeros de trabajo pueden actuar de altavoz al mostrarte cómo estás actuando. Escúchales porque tal vez te muestran un desequilibrio que tú no ves. 

Mantén vivos tus sueños

Tanto en el trabajo como en tu vida personal, ¿cuál es tu próximo objetivo, tu meta, tu sueño? Aliméntalo y proponte cada día avanzar en esa dirección, en ambos ámbitos. 

Confía en ti

Hagas lo que hagas, escúchate a ti mismo y déjate espacio. Confía en tu intuición, en tus recursos y en tus deseos.

Te propongo que ordenes estas ideas según tus preferencias y establezcas recordatorios para irlas llevando a cabo. Estás en un camino en que cada paso cuenta y merece ser celebrado.

Las ideas expresadas en este blog son de su autora, coach profesional y en su día paciente de cáncer de mama. Se basan en su experiencia y su formación. Sus opiniones en ningún momento pretenden reemplazar el diagnóstico y tratamiento propuesto por el equipo médico.

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