En su estudio “Las cifras del cáncer en España 2022”, la Sociedad Española de Oncología Médica proporciona cifras importantes relacionadas con la posibilidad de tener un cáncer. En este artículo vamos a explicar de qué forma ayudar a empleados con cáncer a mejorar su autoestima.
Antes, veamos algunos datos. Más de un 40% de los hombres están en riesgo de desarrollarlo antes de los 80 años, y un 27% de las mujeres. Quiere decir que al menos uno entre tres hombres y una entre cuatro mujeres pasará por uno. La supervivencia, a su vez, se ha duplicado en los últimos cuarenta años.
¿Qué implicaciones tienen estas cifras llevadas al entorno laboral?
Cada vez es más habitual encontrar a empleados dentro del entorno profesional que reciben un diagnóstico de cáncer. La mayoría de ellos se recupera y vuelve al trabajo. A veces su situación emocional es sólida. Otras, se ve afectada por toda la experiencia vivida. El impacto se vive a menudo en forma de falta de autoestima, miedos e inseguridades.
El gráfico desarrollado por el Netherlands Cancer Institute muestra las distintas etapas por las que pasa una persona con cáncer a lo largo de su recorrido por la enfermedad.
En sus primeros momentos, el paciente se centra en el proceso físico y en el tratamiento (en rojo en el gráfico), con lo cual adopta lo que llamamos un estado de supervivencia que le permite sacar fuerzas para seguir adelante en el camino.

Una segunda etapa, la de recuperación tras el tratamiento físico más duro (quimioterapia, radioterapia, operaciones), implica unos ajustes emocionales a la nueva situación.
Afloran todo tipo de emociones que tienen un impacto importante en nuestro día a día. La realidad a la que se enfrenta la persona a partir de ese momento es nueva y a veces los cimientos de quiénes somos y qué queremos se tambalean.
Una segunda etapa, la de recuperación tras el tratamiento físico más duro, implica unos ajustes emocionales a la nueva situación. Afloran todo tipo de emociones que tienen un impacto importante en nuestro día a día.
La recuperación de esta segunda etapa también es un proceso más o menos visible desde fuera, en el que entender dónde se encuentra puede ayudarles y ayudarnos a superar la situación.
¿Cómo ayudar a mejorar la autoestima de nuestros empleados con cáncer?
Muchas de las personas que vuelven al trabajo tras un cáncer se encuentran en la fase de recuperación o de transición (en naranja en el gráfico) tras haber superado los momentos más críticos.
A menudo ni siquiera son conscientes. Por tanto, se reincorporan llenos de ilusión y a menudo también de inseguridades y, por qué no, también de experiencias y descubrimientos de vida que están deseosos de compartir.
Las inseguridades y falta de autoestima pueden venir provocadas por los efectos secundarios. Uno frecuente y aún poco conocido es el chemobrain, o quimiocerebro. En nuestra cabeza se instala una especie de niebla que, en determinados momentos, no nos deja acceder a información importante de nuestro “disco duro”, hasta que se disipa al cabo de un rato.
Desde fuera, los demás pueden ver que se producen olvidos (las llaves, los nombres…), la atención al cabo de un tiempo baja. Con ellos, llega el miedo y la duda a ser capaces de realizar la tarea, y el cuestionamiento de la propia valía.
Llega el miedo y la duda a ser capaces de realizar la tarea, y el cuestionamiento de la propia valía.
Te damos a continuación algunas ideas para ayudarte a acompañar a tus empleados y a aumentar su autoestima en su camino de vuelta.

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Tips para aumentar la autoestima de un empleado tras el cáncer
1. Crea un entorno seguro
En el que la persona se sienta bienvenida, valorada, aceptada y con un valor añadido que trae a la empresa.
2. Elimina la presión
Es importante que la persona que vuelve tras el cáncer sienta que puede marcar su ritmo de trabajo en los primeros momentos.
3. Abre la puerta a la posibilidad de cometer errores
Permite la equivocación como un elemento más del trabajo. Intégrala en la cultura de la empresa, no únicamente entre las personas que han tenido cáncer sino en todo el equipo.
4. Valora la “vuelta del héroe”
Ofrece a la persona la posibilidad de dar visibilidad (si lo desea) a su experiencia, dando una charla al resto del equipo, escribiendo un artículo o creando un documento de buenas prácticas para la empresa, que os permita ir construyendo juntos una cultura y protocolo de acción para otras situaciones parecidas.
5. Sé auténtico, desde la curiosidad
Cuando estés presente con la persona que ha tenido cáncer, atrévete a ser y estar, como un amigo que quiere saber más y se ofrece a acompañar si hace falta un empujón.
Cada persona es diferente, al igual que su viaje emocional. A algunas les servirá un pequeño reconocimiento para recuperarse. Otras pueden ser muy duras consigo mismas y maltratarse emocionalmente por no estar al nivel en que estaban antes de marchar.
Su labor consiste primero en aceptar. Puede que estén enfadados, tristes, desbordados o cansados de todo. Forma parte del proceso.
Como líderes de empleados con cáncer, nuestro papel en la gestión de las personas es saber cómo encontrar a cada uno de ellos en donde está y darles aquello que necesitan para desarrollarse personalmente
Desde “la barrera” podemos dar el espacio hasta que la fase de transición se complete y la persona se encuentre cómoda en la nueva vida que está construyendo.
Como líderes de estos empleados, nuestro papel en la gestión de las personas es saber cómo encontrar a cada uno de ellos en donde está y darles aquello que necesitan para desarrollarse personalmente. Este post recoge algunas ideas para inspirarte a hacerlo.
Las ideas expresadas en este blog son de su autora, coach profesional y en su día paciente de cáncer de mama. Se basan en su experiencia y su formación. Sus opiniones en ningún momento pretenden reemplazar el diagnóstico y tratamiento propuesto por el equipo médico.