¿Quién no conoce a alguien del trabajo que haya vivido el cáncer de cerca? Se ha convertido en una enfermedad tan habitual que lo difícil es encontrar un entorno en el que no esté presente. En este post vamos a hablar de cómo acompañar a un empleado que se reincorpora tras un cáncer desde una empresa.
Por eso, porque es una situación frecuente, es importante normalizarla. Fácil de decir. Hacerlo resulta más complicado. Si necesitas crear un entorno de empresa saludable para ayudar a tus empleados antes, durante y después de un cáncer, podemos ayudarte a través de nuestros servicios para empresas.
Un 65% de la población está pidiendo más implicación por parte de la empresa en lo que respecta a la formación en temas de cáncer. Para profundizar más sobre este asunto, puedes consultar nuestro anterior post sobre cómo valoran las personas con cáncer su relación con el trabajo.
Entre esa formación me atrevería a proponer temáticas como la de ayudar al entorno a tratar a la persona, a acompañarla, a estar ahí sin ser invasivo o distante. En definitiva, a comportarse con naturalidad y de forma humana y cercana.
La mayor parte de las veces hablamos y escribimos para la persona con cáncer. Se nos olvida dotar de herramientas a la propia organización y a sus individuos para poder acompañar emocionalmente a una compañera de trabajo a la que diagnostican un cáncer y lo cierto es que la organización tiene un importante papel en todo este proceso.
Se nos olvida dotar de herramientas a la propia organización y a sus individuos para poder acompañar emocionalmente a una compañera de trabajo a la que diagnostican un cáncer y lo cierto es que la organización tiene un importante papel en todo este proceso.
¿Qué dudas surgen sobre cómo acompañar a un empleado ante su reincorporación laboral después de un cáncer?
Es fundamental tener en cuenta y ser consciente de que el que vuelve tiene un año más a sus espaldas en el que han vivido experiencias enormemente duras. No podemos tratarlo de la misma manera que cuando se fue y tampoco podemos ignorar el paréntesis y la distancia.
El que vuelve tiene un año más a sus espaldas en el que han vivido experiencias enormemente duras. No podemos tratarlo de la misma manera que cuando se fue y tampoco podemos ignorar el paréntesis y la distancia.
Os proponemos a continuación cinco claves para ayudaros a gestionar este tipo de situaciones:
1. Crear un entorno seguro para el empleado
La empresa probablemente haya cambiado en los últimos meses. Tal vez nuestra compañera vuelva en una situación más vulnerable emocionalmente, o con menos energía para aguantar toda la jornada.
Puede ser que, al contrario, vuelva con el doble de energía, deseando ponerse al día. Crear un entorno seguro consiste en permitir a la persona que se sienta libre de expresarse, sabiendo que no va a ser juzgada.
2. Estar, sin necesidad de dar consejos
La persona que vuelve tras un cáncer no necesita oír lo que opinan los demás que debe hacer, ni lo que ha hecho un amigo, un conocido, un familiar en una situación parecida. Un “¿cómo estás?”, o “si necesitas algo, por favor dímelo”, son suficientes para mostrar interés y disponibilidad.
3. Abrirse al cambio que pueda surgir
Tal vez las prioridades de la persona han cambiado y quiere un cambio de puesto, una reducción de jornada, un cambio de horario o un cambio de país.
Tal vez necesita más periodos de descanso o una actividad que requiera menos actividad física o menos viajes… Construir entre la empresa y el empleado ese nuevo espacio o lugar de trabajo adaptado a la situación de ese momento ayudará a la persona a sentirse aceptada.
4. Abrirse a la sabiduría que aporta la persona que llega tras su proceso de cáncer
Son muchos los meses de baja y las experiencias vitales a las que se ha sometido esa persona. Es mejor no obviarlas y admitir que hay un periodo de la vida de este individuo que desconocemos y que puede aportar una nueva mirada al día a día empresarial. Decírselo le ayudará a sentirse aceptada y acompañada en su reintegración.
5. Seguir con la mirada puesta en el presente y el futuro
Será interesante mantener una conversación con el empleado para preguntarle cómo se plantea su carrera en la empresa, qué aspiraciones tiene y qué le gusta. También se le puede hacer partícipe de nuevos retos que han surgido en su ausencia en los que podría encajar y aportar su conocimiento y experiencia.
Por encima de estas cinco “tips” hay una que las sobrevuela y las engloba a todas. Y es una básica: ser auténtico.
Por encima de estas cinco “tips” hay una que las sobrevuela y las engloba a todas. Y es una básica: ser auténtico.
Si bien estas pautas pueden ayudar mucho en el proceso de transición y vuelta de la persona a su actividad, aquellos que la recibimos, tanto empresa como compañeros, ante todo es importante que seamos auténticos. Porque fingir una actitud que no nos sale resulta más perjudicial que no estar.
Nuestra invitación ante un escenario como el que comentamos en este post es la siguiente. Pregúntate, ¿cómo quieres estar para la persona que vuelve? ¿Cómo te gustaría que estuvieran para ti? Y ofrécete así, tal cual eres, desde la generosidad y la humildad. Eso no falla nunca.
Las ideas expresadas en este blog son de su autora, coach profesional y en su día paciente de cáncer de mama. Se basan en su experiencia y su formación. Sus opiniones en ningún momento pretenden reemplazar el diagnóstico y tratamiento propuesto por el equipo médico.